domingo, 26 de septiembre de 2010

Los medicamentos biológicos

Uno de los grandes avances en matería de reumatología ha sido la llegada de los medicamentos biológicos, llamados así porque son sustancias producidas por un organismo vivo mediante técnicas de biotecnología. Especialmente diseñados para actuar sobre sistemas de defensa del organismo alterados en patologías inflamatorias, incluyen varias familias de fármacos.

• Los antagonistas del TNF alfa (etanercept y dos anticuerpos monoclonales llamados adalimumab e infliximab). Su efecto en el control del dolor y la inflamación es rápido y potente.


• En torno a un 18% de pacientes con artritis reumatoide y más de un 25% de afectados de espondilitis y patologías relacionadas siguen tratamientos con bloqueantes del TNF alfa. Su principal limitación es el aumento de infecciones, generalmente leves, que pueden prevenirse evitando factores de riesgo. Son también útiles en psoriasis, uveitis, inflamación intestinal o vasculitis (inflamación de los vasos sanguíneos).

• Otros fármacos en fase avanzada de estudios clínicos y que han demostrado utilidad en varias formas de artritis (incluidas las juveniles) tienen como “diana” otras sustancias proinflamatorias. El rituximab es un anticuerpo (dirigido contra a una molécula de los linfocitos B) que ha demostrado eficacia en la artritis reumatoide, el lupus eritematoso, la enfermedad de Sjögren...

• Otra familia (a la que corresponde abatacept) tiene un mecanismo diferente: su objetivo es el linfocito T y está ya aprobado para la artritis reumatoide.

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